Antiguamente, cuando no existía el pret-a-porter y los diseñadores solo estaban al alcance de unas pocas afortunadas, las novias no tenían tantas opciones como ahora.
Los vestidos de novia deberían ser un reflejo de la personalidad de quien los lleva. Se nota cuando una novia defiende su vestido: gana en seguridad, belleza y elegancia.
He de decir que la elegancia de las mujeres del norte no se queda atrás, y mis novias catalanas me brindan igualmente con espectaculares bodas llenas de clase
Siempre digo que suelen ocurrir constantemente muchas cosas con “Lorena Panea” y la parte negativa de ello es que no me sobra tiempo para escribir tanto como me gustaría