A menudo me refiero al impacto que están teniendo en el mundo la nueva generación de los Millenials – todos aquellos que nacieron entre los años 80 y el principio del nuevo milenio (en los cuales yo misma me incluyo). A nivel global, esta generación se caracteriza por haber tenido ordenadores desde pequeños, por haber crecido con Internet, experimentó un período de bonanza y más recientemente atravesó toda la crisis económica mundial. Estas, entre otras razones, hicieron con que este tipo de personas tiendan a creer poco en las instituciones, cada vez menos siguen las tradiciones o costumbres, se han vuelto menos materialistas y más conscientes, y prefieren experiencias en vez de posesiones.
Como todo lo que afecta al mundo también afecta a la Moda, obviamente los diseños no han de ser ajenos a esta nueva dinámica social. Sin embargo, este impacto es aun más claro cuando hablamos de Moda Novias. Seguramente ya habéis visto mis últimas colecciones. El título que llevan las delatan: “Silvestre” e “Imperfecta”, llenas de vestidos de cortes sencillos, lejos de las ostentosidades de antaño porque la Novia de hoy en día ya no quiere sentirse disfrazada.
2 de cada 3 bodas en España ya son civiles. Como tengo tiendas en Cataluña y en Extremadura, suelo decir que conozco todo el ciclo de la Moda en España y eso también queda claro en lo nupcial: en Cataluña el 84% de las bodas ya son civiles (y en algunas comarcas entre el 90% y el 100%) mientras que en Extremadura, las bodas civiles ya son mayoría pero están ligeramente por encima del 50% del total de bodas. De todas formas, hay que matizar que hace 10 años, la bodas civiles en Extremadura eran solamente el 22% del total de bodas, por lo que la tendencia es clara y también está llegando a la región colista de España. Pero…
¿Por qué la evolución de los estilos de Moda ocurre a diferentes ritmos en un mismo país? ¿Por qué jóvenes Millenials, del mismo rango de edades, se vuelven tan progresistas en unas zonas y en otras se siguen comportando como la generación de sus padres (los Baby Boomers)?
No me dí cuenta de la respuesta hasta empezar diseñando vestidos para novias.
Un gran diseñador español me dijo una vez: “Lorena, ¿sabes por qué hay más diseñadores hombres que mujeres?… Porque mientras un hombre tiende a tener una visión global y conceptual de una mujer, una mujer se tiende a reflejar y comparar con las demás, por lo que tiende a aconsejar a las demás con un estilo que le favorece a ella misma en vez de enfocarse en lo que son las demás mujeres como personas”.
Desde que tuve esta reflexión, me quité de mi cabeza cualquier estilo predefinido y me enfoqué única y exclusivamente en cada una de las clientas que acuden a mí, preguntándoles como se definen como mujeres, cuáles son sus gustos, estilo de vida y qué mensaje quieren transmitir con el vestido que me solicitan. Y lo que diseño para ellas va en función de eso y no en función de lo que a mí me gusta o me pondría. Este fue uno de los factores que hizo de mi una diseñadora.
Volviendo a las novias, imaginaros el proceso de decisión del vestido. No solo suele ser uno de los temas más importantes de la boda, sino también suele ser el tema en que más gente opina y se mete. Una novia normalmente acude a la tienda de vestidos de novia con su madre, la tía, a veces con la abuela, la tíaabuela, la suegra y alguna más que la hermandad pille por el camino… Luego, por lo que os explicaba antes, a cada una le va a gustar el vestido que cada cuál se pondría ella misma. Obviamente, normalmente son señoras con bastante más edad que la novia y como tal la diferencia generacional también implica culturas y gustos muy desfasados – y esta brecha de estilo es mucho más acentuada si estamos comparando la generación Baby Boomer (que se caracteriza por el materialismo, dedicación de su vida al trabajo, y arraigo a tradiciones) con la generación Millenial (que como decía al principio, se centra en las experiencias, en lo inmediato y pequeños placeres).
Claro… Mis vestidos no suelen gustar a ninguna mujer con más de 50 años y suelen encantar a cualquier mujer con menos de 40, por lo que a menudo las novias suelen buscar este tipo de diseños, mientras que las madres intentan convencerlas a vestirse de princesas Disney.
Al final, en un medio como Barcelona esto ocurre menos ya que hay más gente viviendo de forma independiente, muchas de estas mujeres con su familia a kilómetros de distancia, por lo que obviamente en muchos momentos han tenido que tomar decisiones por ellas mismas, ya sea porque no han podido estar acompañada de su familia o porque están acostumbradas a arreglárselas por ellas mismas – de hecho, cuando os vaya enseñando algunas de mis novias LORENAPANEA de este año, ya veréis que la mayor parte son para bodas en todas partes no solo de España sino también del mundo, de Tailandia a Islandia…
Por otro lado, en un medio como Extremadura, en que el nivel de aislamiento, pobreza y de paro es mucho mayor, nos encontramos con que muchas de esas jóvenes que se casan, al hacerlo, es la primera vez que abandonan el nido familiar. También ocurre que suelen vivir en barrios muy cercanos a su familia o en la misma ciudad por lo que obviamente el contacto y la influencia de la propia familia es mucho más latente – aunque también noto que cada vez más las novias extremeñas también se quieren desprender de las tradiciones y tener bodas de menos ostentosidad y más de originalidad e intimidad.
Y obviamente, todo esto también depende de la personalidad de cada una en imponer su estilo o dejarse influenciar, aunque también entiendo que muchas veces son los familiares quien paga el vestido de la novia y como tal a cualquiera le gustaría complacer a quien le ha hecho semejante regalo. Es un cruce generacional, pero opino que cuando una mujer se casa lo único que debe importar en ese día es lo que ella y su futura pareja quieran. Es muy egoísta que un familiar intente imponer su gusto por encima de lo que la propia novia desea. Es SU momento, y querer reflejarse en su hija lo que a una le gustaría ser, por muy bien intencionado que sea, ya no tiene cabida en las generaciones actuales y hay que dejar que el vestido de novia corte el cordón umbilical.
