Las tradiciones nos enseñan un protocolo social. En el caso de las bodas, nos enseñan a celebrar el amor. Sin embargo, mientras la sociedad evoluciona, las emociones humanas siguen siendo las mismas que hace milenios.
Es entonces cuando se rediseñan las tradiciones, no para cambiar su esencia sino para definir nuevos protocolos, en un lenguaje que mezcla tradición con modernidad – y que, en mi opinión, otorga el resultado más especial de todos.
Kate: una preciosa novia de Liverpool, con ascendencia irlandesa, afincada en Barcelona y un encanto de mujer. Cuando tienes tantas influencias cosmopolitas, cuando conoces el mundo y cuando finalmente quieres celebrar algo tan especial como tu boda, entonces debes definir tu propio lenguaje protocolario, tu propia fusión entre antaño y lo contemporáneo.
Con una boda en pleno Montjuic de Barcelona, en medio de la naturaleza, el estilo de Kate tenía que ser romántico, cogiendo los elementos tradicionales que más le gustan y las diferentes identidades que le definen.
El vestido Epona (colección Idolatría) le gustó tanto a ella como a mí para la ocasión, ya que mantenía los diversos elementos tradicionales de un vestido de novia – encaje, una bonita cola, unas líneas muy pensadas para el cuerpo femenino – pero con la fluidez y confort de los vestidos que buscan las mujeres modernas. De hecho, un estilismo muy británico.
Además, tal y como se considera adecuado para la ceremonia, lo complementamos con el top Venus, una prenda que diseñé con transparencias y combinación de encajes, en diferentes formas triangulares – una simbología de ascensión para reinas y faraonas en el Antiguo Egipto…
Finalmente, adorné los botones con una combinación atípica y muy especial, pero totalmente adecuada para Kate: usando los colores de Irlanda. Al final, usando un dicho de la propia Kate: “Red and Green should never be seen, except upon an Irish queen” (Rojo y verde no se deben juntar, excepto si una reina irlandesa los va a usar) 😀
Cuanta razón. Pero no es todo.
Si se suele decir que de una boda salen dos, yo más bien digo que de una boda, siempre salen dos vestidos y en este caso diseñé también el look de la madre de Kate.
Kate vive en Barcelona y al final adapté su look a un estilismo más ligado a sus raíces británicas e irlandesas. Pero con su madre, hice el proceso inverso.
Ella vive en Liverpool y aprovechando sus viajes a Barcelona, para visitar Kate, le fui haciendo todas las pruebas de un vestido con un patronaje adecuado a una madrina o madre de novia, pero con color, lleno de color. Ver casarse una hija, celebrar el amor y encima en España, tiene que ser sinónimo de felicidad y alegría.
Así, en su caso, nos pareció excelente idea crear un vestido con un estampado floral total, con impresiones de acuarela, al buen estilo de cualquier cuadro de flores pintado por algún artista impresionista español, como Joaquín Sorolla, Pablo Picasso o Darío de Regoyos.
Cómo disfruté en mi atelier, haciendo las pruebas a estas dos mujeres y creando sus vestidos.
Al final, la moda, las bodas, las celebraciones, los eventos sociales, etc… Son esto mismo: diversión, felicidad, alegría, intercambio cultural. Los protocolos y las tradiciones solo sirven para hacer que estas conexiones sean más fáciles y fluidas. Pero por encima de todo ello, siempre tiene que aflorar la esencia de la celebración: siempre tenemos que disfrutar.
Lorena Panea