Como paso la mayor parte de mi tiempo en el Atelier de Barcelona, consecuentemente tengo cupos de tiempo limitados en Extremadura – todavía sigo yendo a cada 2-3 meses, para atender a mis clientas de allí, tanto novias como invitadas, y solo con cita previa.
Nunca he querido dejar de trabajar en mi tierra natal en el sur y el hecho de tener una disponibilidad limitada allí, me lleva a trabajar solo con las mujeres más especiales y con tiempo de antelación suficiente para crear vestidos únicos.
En los últimos 2 años he hecho vestidos en Extremadura para algunas de mis mejores novias de siempre: Lola, Almudena, Natalia…
Pero hoy quiero hablar de Rosa, una médica que no encontraba su vestido por ninguna parte de Extremadura, ni Andalucía y es que buscaba algo que parece fácil de encontrar, pero en realidad es muy difícil: un exquisito vestido simple y elegante.
La exquisitez y las líneas depuradas en un vestido de novia no es algo que abunde en el mercado “bridal” actual… Hay mucho encaje de mala calidad, tejidos brillantosos y rudos, cancanes del tiempo de la abuela, tules y plumetis que parecen esparadrapos, diseños que hacen que las mujeres parecezcan cupcakes… Cómo suelo decir, el buen gusto no es para el gusto de cualquiera y es obvio que mucha gente no lo aprecia.
Pero hay mujeres que sí lo aprecian y lo cierto es que, cuando una novia quiere elegancia y simplicidad, no hay muchas marcas que lo ofrezcan de forma exquisita.
Aquí el truco es la combinación de 3 factores: (1) alta calidad de los tejidos con (2) un patronaje a medida y pensado para las medidas y el cuerpo de la mujer, junto con (3) un diseño pensado para el contexto de la boda y de la novia.
Siempre les pregunto a todas las novias dónde y cómo va a ser su boda. A partir de eso, diseño. Allí mismo, in situ, en el atelier, la mayoría de las veces delante de cada mujer.
La boda de Rosa tenía una componente tradicional importante, pero no por ello tocaba caer en lo de siempre – al revés, Rosa necesitaba un vestido al nivel de sus expectativas, de acorde con su medio y apropiado a la exigencia de su familia (con quién tuve el placer de tratar).
Cuando es así, a los 3 factores que antes he dicho (calidad, patronaje y diseño) solo falta añadir el último ingrediente: elegancia.
A Rosa la vi elegante. Nada de floripondios, nada de exageraciones, ni tampoco volúmenes. Rosa es una mujer práctica, con un cuerpo estilizado y un estatus que defender, por lo que cualquier otra cosa sobraría – menos es más.
Siendo así el diseño estaba claro: cuello barco, mangas de plumeti ceñidas, falda de gasa fluida y suelta. Así mismo: etérea, minimalista y elegante.
A menudo explico que soy una diseñadora versátil, que siempre pienso y diseño para la mujer que veo, por delante de lo que a mí me gusta, y que no me importan los estilos (y menos las “tendencias”) sino lo que queda bien en cada novia o invitada LP.
Pero es cierto que el Minimalismo me fascina especialmente porque hacer algo “sencillo” es realmente complicado – y la prueba es la poca oferta que hay, por lo menos la poca oferta exquisita.
Y cuando veo a una novia como Rosa, siempre pienso que es una mujer fantástica. Y, una vez más, una de mis mejores novias y una vez más en mi tierra.
Lorena Panea
Fotografías: Arte Extremeño