Hace unos años, cuando acudí a una boda, escribí un post sobre cómo me había diseñado un vestido que justamente ponía todo el destaque en las que considero que puedan ser mis carencias físicas.
En aquel entonces, yo explicaba como los conceptos de moda se iban a modernizar y las mujeres se iban a liberar de conceptos misóginos de belleza estándar, para abrazar la diversidad que puedan tener nuestros cuerpos y destacar así con nuestra propia identidad.
Efectivamente, mis previsiones eran ciertas y la moda moderna lleva ahora los conceptos estilísticos más allá – ojo: no confundir moda moderna con “lo que se ve en Instagram”… -, para crear una estética tan amplia como la amplitud de tipos de mujer.
Asimismo, hoy quiero escribir este post en forma de consejo de estilismo, para que podáis abrir vuestras mentes y salir de los clichés anticuados que todavía se propagan por las redes.
Siempre que doy algún curso sobre estilismo o aconsejo a alguna clienta en el atelier, obviamente empiezo por lo básico: independientemente del cuerpo que tengamos, el objetivo siempre se basa en acercarlo a la forma del reloj de arena. Este es un principio básico de toda la vida y del que no hay mucho margen para huir – y sobre esta cuestión ya hablaré más adelante, en otros posts de estilismo enfocados en consejos específicos en los tipos de cuerpo que tengamos.
Lo que sí va más allá de este concepto “tan dogmático y cuadrado” es la forma de lograrlo. Cuando digo que hay que buscar la forma del reloj de arena, no significa que sea una forma con las medidas estándar de alguna modelo, ni tampoco un reloj de arena estándar.
La evolución de la moda trajo caminos alternativos para lograr esta figura atractiva, más allá de los cánones de belleza vistos en las pasarelas de toda la vida, y uno de esos caminos alternativos es justamente el que defiendo hoy con este post: Destaca tus carencias.
En mi atelier, varias mujeres vienen a pedirme que “esconda” las partes de su cuerpo con el cual suelen tener más complejos – lo típico: caderas, pecho, barriga, rodillas, brazos.… Pero, la mayoría de las veces lo correcto es justamente poner el punto de atención en esos puntos.
Os dejo algunos ejemplos de estilismo, aprovechando para referir precisamente mi caso.
Caderas – como buena mujer del sur, tengo unas caderas pronunciadas que hacen que no siempre me queden bien los vestidos ajustados.
En vez de limitarme a vestidos de vuelo, que suelen ser una solución pero a menudo muy típica, en este caso me hice un vestido ajustado pero poniendo el punto de atención justamente en las caderas y estilizando la forma de mi cuerpo con unas líneas negras verticales.
¡A qué se sale de lo típico!
Pechos – Por ejemplo, mi caso es el de pechos “pequeños”. Es importante entender si realmente tenemos los pechos pequeños o es la espalda u hombros que son estrechos (por ejemplo, a mí me pasa este último), porque según qué caso, puede haber diferentes soluciones y amplitud de estilismos – pero como he dicho, ya escribiré más adelante con consejos de este tipo y para todo tipo de pechos.
De todas formas, independientemente de que sea el pecho o la espalda/hombros que sean pequeños, en cualquiera de los casos ENSÉÑALOS. Muchas mujeres que sienten complejos por pecho pequeño, tienden a esconderlos lo cual es un tremendo error. Las que tenemos “poco” pecho, tenemos el privilegio de poder usar escotazos sin parecer vulgares y es justo allí que debemos poner el foco de atención.
En esta boda, llevé un vestidazo negro y largo (lo cual también ayuda a estilizar), dejando en destaque la zona de mi pecho y, como si no fuera poco, además le añadí mi collar Atón en plata, para resaltarlo más aún.
Una vez más, no escondas, sino que destaca lo que pueda parecer una carencia a priori.
Barriga – En mi caso no tengo complejos de barriga, pero constantemente hago vestidos para mujeres que sí tienen ese complejo. Una vez más, es un error llevar un vestido que intente “alisar”, “esconder” o “ignorar” cualquier tripita. Aquí, mi consejo de estilismo es una vez más poner todo el enfoque en esta parte del cuerpo y por ejemplo mis vestidos de invitada Mara o Claire es justamente lo que hacen: colocando un fruncido, un cinturón llamativo, o volumen en la zona de la barriga, se mengua por completo la forma de barriga que se pueda tener.
Eso sí, cualquier elemento en esta parte del cuerpo debe, una vez más, estilizar el cuerpo. Fijaros que por ejemplo los frunces del vestido Mara van hacia dentro para lograr este efecto. O un cinturón ayudará a marcar una forma reloj de arena, O el vestido Minoa, que no solo crea un volumen estilizado con el corte en la cintura, sino que también da forma al pecho y desvía la atención hacia esa parte superior.
Nuevamente, no escondas tus complejos. Juega con ellos.
Rodillas – Admito que todavía me cuesta entender este complejo, pero a menudo lo veo en mi atelier y la forma de enfrentarlo no es tan diferente.
Por un lado, es fácil tapar las rodillas para olvidar cualquier complejo que se pueda tener con esta parte del cuerpo, aunque en este caso sugiero por ejemplo llevar un vestido o falda midi (como el de mis nuevos vestidos de punto que enseño arriba), lo que permite seguir dando destaque a las piernas, manteniendo un look estilizado y moderno.
Por otro lado, independientemente del formato de piernas que cualquiera podamos tener, una minifalda siempre resultará sexy – y cuanto más muslo podamos enseñar, mejor (según en que contexto, claro). Os aseguro que la atención de los demás irá mucho más hacia esa parte superior de las piernas y para nada a las rodillas…
Brazos – Cuantas mujeres me dicen que si tienen los brazos o hombros “gordos”, otras que si son pequeñitos… Una vez más la fórmula es la misma: destácalos, pon la atención allí.
Ya sea para complejos de “mucho” o “poco” brazo, lo ideal es adornarlos con elementos bellos e inesperados. Las mangas de volantes y volúmenes se han puesto muy de moda y pueden ser una solución, pero hay otras alternativas en mi opinión más elegantes incluso y que sirven para todos los tipos de brazo: joyería, cadenas, volantes o formas menos obvias.
Podría seguir dando ejemplos y en todos ellos veríais que suele ser mejor solución destacar que esconder. Como dice el viejo dicho: el mejor escondite es el que está a simple vista.
Aprender a aplicar este tipo de consejos de estilismo os ayudará a vivir mucho mejor con vuestros complejos, y principalmente a aceptar vuestro cuerpo como es, porque todas aspiramos a sentirnos mejor con nuestro cuerpo pero ahora sabemos que hay muchas formas para lograrlo.
Lorena Panea