Os he comentado muchas veces, que muchas de las novias que pasan por mi Atelier, con el tiempo se convierten en grandes amigas. Sigo en contacto con la mayoría de ellas años después de haber realizado el vestido para su gran día, y muchas de ellas han pasado varias veces por mi Atelier, esta vez para ir de invitadas a algún evento.
Sin embargo, con algunas de estas mujeres, la química traspasa cualquier barrera y cualquier expectación y eso es lo que me ha pasado con Nina, con la que tuve tanta afinidad, que acabó invitándome a su boda. ¡Imaginaros la ilusión que me hizo!
Ahora bien, Nina no es una mujer común y el vestido que llevó, guarda un secreto que no todo el mundo conoció.
Y es que Nina y su pareja, cuando viajaron unos meses antes a Costa Rica de vacaciones, organizaron una boda secreta para ellos dos en medio de la selva en un fantástico resort ecológico. ¿No os parece de lo más romántico?
Después de su boda, decidieron volver a realizarla con la familia pero esta vez en medio del campo, en una preciosa masía cerca de Montserrat. Cuando Nina vino a mi Atelier, me comentó que quería transformar el vestido que había usado en Costa Rica, para que pareciera otro completamente diferente.
Estuvimos barajando miles de opciones y al final nos entusiasmamos tanto, que lo único que queda del vestido original es parte del top. El resultado: un vestido romántico, sencillo y elegante. Además, para completar el look, Nina eligió un velo de tul con perlas que le aportaba volumen y movimiento.
Como anécdota he de contar que Gregorio, su pareja, estuvo en las últimas pruebas con ella, algo que no es muy común de ver y con lo que más de una novia se llevaría las manos a la cabeza.
Es curioso cómo poco a poco, las generaciones que se están casando en los últimos años están cambiando poco a poco las tradiciones y van introduciendo pequeños cambios que reflejan la nueva manera de entender el amor y el matrimonio.
No todo el mundo que asistió a la boda que realizaron sabía la historia que había detrás de aquel vestido y seguramente muchos no comprenderían la motivación de una celebración secreta meses antes, pero: ¿No tendría que ser el amor razón suficiente para dar la libertad a cada uno de celebrarlo a su manera?
Lorena Panea
Fotografías de José Melgarejo https://josemelgarejo.com/
