No hay duda de que vivimos en un país lleno de tradiciones. Algunas se mantienen casi intactas y otras evolucionan y se adaptan a los nuevos tiempos. No hay duda de que muchas de las costumbres dentro de la celebración de una boda provienen de las tradiciones más antiguas y muchas de ellas han seguido casi intactas hasta nuestros días. Eso incluye, indudablemente a los vestidos de novia.
Uno de los mejores ejemplos de renovación de estas tradiciones lo encontramos en el vestido de Lola.
Al contrario de lo que se suele pensar, un vestido blanco no es una tradición antigua – de hecho solo empezó en el 1840, por lo que es una costumbre que no tiene más de 180 años. Pero el uso de flores sí que es una tradición ancestral, desde los principios de la civilización antigua.
Es cierto que los elementos de la Naturaleza siguen siendo los motivos principales en la inspiración de la moda actual, pero confieso que me aburren mucho los estampados y encajes de motivos florales… Ya por no hablar de flores de plástico…
Así que para mi colección Neo-Natura, tal y como en todas mis colecciones, no solo recurrí a la autenticidad sino también que usé el pasado para innovar y crear unos vestidos con detalles poco vistos.
En el vestido Lis, u otros de Neo-Natura, en vez de usar las típicas flores artificiales, bordadas o estampadas, recurrí a flores naturales tal y como siempre se ha hecho en la Historia de la Humanidad.
Como os podéis imaginar, este detalle sutil pero diferenciador fue la perdición de muchas de mis novias del 2018 y Lola ha sido una de ellas.
A Lola la conozco desde mis estudios en la Escuela de Arte y obviamente a una artista no le podría escapar lo detallista que es este diseño. Me dijo que era exactamente lo que estaba buscando. De hecho, el único cambio que hicimos al vestido fue cambiar el color de las flores e incorporar unos botones de terciopelo en la espalda y puños. Nada más.
Me pareció interesante, (y esto fue idea de Lola), el lazo de terciopelo verde que adornaba su coleta ya que me remite a los lazos de terciopelo que se usan en los trajes tradicionales extremeños, un guiño a nuestra cultura en común.
Había publicado hace un par de meses las primeras fotos de Lola, porque me pareció todo espectacular y no me pude resistir a enseñarla cuanto antes.Incluso sus fotos se compartieron por toda la red y alguien dejó un comentario diciendo que había sido la mejor novia de Extremadura en el 2018. Podría serlo.
Lorena PaneaFotografías por P.D. Fotógrafos.