Cuando uno/a va a Paris, entre crêpes y macarons, es fácil enamorarse de la Moda y Belleza que podemos encontrar en casi todos los rincones del centro de la ciudad, desde Montmatre hasta Montparnasse, ya sea pasando por la Bastille, Saint Germain o por la increíble Avenue Montaigne en donde podemos encontrar TODAS las marcas de lujo.
No obstante, mi colección parisina preferida está en un museo y se relaciona con una de mis grandes pasiones en esta vida: el departamento de la Civilización Egipcia del Louvre.
Entre miles de otras cosas, allí uno/a puede observar prendas y artefactos originales sobre lo que era la Moda para los egipcios, tanto durante su vida como en el post mortem.
Aunque en ocasiones especiales la alta sociedad usaba Seda que llegaba a través de la Ruta de la Seda que venía desde China, este material era caro (¡tal como hoy!) y por razones mayoritariamente climáticas y geográficas, casi toda la ropa egipcia estaba hecha en lino, cultivado en las márgenes del Nilo. El diseño y patronaje de las prendas era sencillo pero luego complementadas con un estilo que no podría ser más actual: túnicas de corte recto, batas sueltas o vestidos ajustados, muchas veces con mangas separables, en colores neutros como blanco, beige o muchas veces casi transparentes, pero luego extravagantemente adornadas con accesorios increíbles trabajados normalmente en Oro que venía de la Nubia (actual Etiopía) ya que la plata era más rara y por eso más cara, piedra semipreciosas como Lapislázuli importado de la Persia (actual Afganistán), Jaspe verde y rojo, Amatista, Cornalina, Turquesa y Cuarzo – lo que hoy día se encuentra en cualquier tienda de complementos o joyería que venda bisutería con un mínimo de calidad.
Incluso los tocados, estaban llenos de flores de lotos, hojas verdes de palmera o plumas… ¡Yo que pensaba que los tocados de LORENAPANEA eran vanguardistas, al final ya se hacían hace 8.000 años!
Bueno, sobre el maquillaje todo el mundo sabe que era ya muy característico de esa civilización. Los egipcios y las egipcias se afeitaban las cejas, Nefertiti y Cleóprata pintaban las uñas tanto de las manos como de los pies, casi todos los hombres y mujeres se maquillaban a cada día los ojos con Kohl y la cara con cosméticos de coloración como Índigo o grasa animal y, después de muertos, casi nadie se iba al sarcófago sin llevarse en un estuche de maquillaje, literalmente.
Pero y ¿la perfumería? ¡Eso sí es contemporáneo! No?… No, no. Especialmente en actos sociales y religiosos, la gente solía usar un cono de cera perfumada en la cabeza, pensado para derretirse bajo el calor egipcio y así desprender un perfume agradable y no andar oliendo a humanidad…
Curioso que lo que se ha puesto de moda actualmente no es más que una imitación de las costumbres de hace 8.000 años. Muchas veces cuando comparo el gusto y la elegancia egipcia con ejemplos contemporáneos, me pregunto: ¿quiénes son los anticuados y salvajes?